martes, 20 de mayo de 2014

Historia de Estados Unidos

ESTADOS UNIDOS

Puede decirse que la historia de los Estados Unidos de América comenzó a partir de la colonización británica de Norteamérica, protagonizada por inmigrantes británicos que fundaron por oleadas, entre los siglos XVII y XVIII, Trece Colonias en la costa atlántica del subcontinente norteamericano, ubicadas al este de los Apalaches, entre las posesiones francesas del Québec y la Luisiana.
Después de un pacífico de los colonos, las guerras contra los franceses al norte obligaron la creación de cuerpos de ejército coloniales, una de las primeras expresiones de identidad nacional. Más tarde, y fomentados por las ideas de los enciclopedistas franceses, vinieron las sublevaciones como el Motín del Té en el puerto de Boston (1773). Las medidas represivas del gobierno inglés provocaron el inicio de la Guerra de Independencia. Los colonos formaron un ejército de milicianos que se pusieron bajo el mando de George Washington, quien tuvo problemas para equipar a sus hombres con armas y municiones, además de no disponer de una flota para combatir a la del imperio británico, por lo que pidió ayuda a Francia, país que recién salía de la Guerra de los Siete Años y que accedió a ayudar a las colonias británicas en su emancipación.

Estados Unidos (1776–1789)[editar]
Artículo principal: Historia de los Estados Unidos (1776-1789)
George Washington.
La Revolución estadounidense
Artículo principal: Revolución estadounidense
La revolución estadounidense se inició con las tensiones de menor importancia entre la falta de representación política de los colonos norteaméricos en el parlamento británico y progresivamente se intensificó cuando Gran Bretaña aplicó impuestos a los colonos para saldar la deuda acumulada de la Guerra de los Siete Años. La revolución culminó con la Guerra de la Independencia que dio lugar a la proclamación de los Estados Unidos de América.
La principal causa de este conflicto fue el sentimiento de marginación por parte de los colonos, que aportaban riquezas e impuestos a la metrópoli, impuestos que se incrementaron a partir de 1765, año de imposición de la Ley del Timbre (Stamp Act), para sufragar los elevados gastos que a Inglaterra le había supuesto la Guerra de los Siete Años. Las colonias creían injusta su obligación de pagar impuestos a la metrópoli sin tener representación política en el parlamento de Londres. Esta situación hizo que desde mediados del siglo XVIII aumentara la creencia de que no hacía falta la fuerte dependencia de Inglaterra. Los colonos hicieron un llamado al gobierno británico para que permitiese que las colonias tuviesen una representación política en el parlamento, pero estas peticiones les fueron negadas en repetidas ocasiones. "Impuestos sin representación" (taxation without representation) se convirtió en el lema de los colonos insatisfechos.
En 1773 se produjo en Boston, el denominado «Motín del Té», que provocó una escalada de las hostilidades entre los ingleses, que cerraron el puerto de la ciudad, y las colonias americanas cuyos representantes reunidos en Filadelfia en 1774 respaldaron a Boston frente a las exigencias de reparación inglesas.

 Cuadro de John Trumbull conocido como Declaración de la Independencia en la que los comisionados presentan los trabajos preparatorios al Congreso de los Estados Unidos.
En 1775 comienza oficialmente la guerra de la Independencia. Los colonos organizaron a toda prisa las milicias civiles y se acordó nombrar a George Washington, rico aristócrata, ex teniente y coronel del ejército británico, como su líder. Washington controlaba una enorme cantidad de capital financiero y creía que había sido injustamente acusado por los británicos de fiascos en la guerra franco-india, que a su juicio no fueron culpa suya.
El desarrollo inicial fue claramente de dominio inglés, pero su curso cambiaría cuando tras la Batalla de Saratoga, primera gran victoria estadounidense, Francia y posteriormente España entrasen en guerra apoyando a los independentistas norteamericanos.
En 1783 por la Paz de Versalles, Inglaterra se ve obligada a reconocer la independencia de las 13 colonias británicas, tal y como éstas habían redactado en la famosa Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776.
Una vez lograda la independencia, resultó muy complicado poner de acuerdo a todas las antiguas colonias sobre si seguían como estados independientes, o se reunían en una sola nación. Tras varios años de negociaciones, en 1787, 55 representantes de las antiguas colonias se reunieron en el Congreso de Filadelfia con el fin de redactar una constitución. Se creaba así un gobierno federal unico, con un Presidente de la República y dos Cámaras Legislativas (Congreso y Senado) como solución intermedia. Se redactó también la Constitución de 1787, y se convocó las elecciones de las que George Washington fue elegido primer Presidente de los Estados Unidos bajo la nueva constitución.
Esta constitución estaba inspirada en los principios de igualdad y libertad que defendían los ilustrados y se configuró como la primera carta magna que recogía los principios del liberalismo político, estableciendo un régimen republicano y democrático. La independencia y democracia estadounidense causó un notable impacto en la opinión y la política de Europa.
George Washington gobernó con un estilo federalista. Cuando los agricultores de Pensilvania se negaron a pagar un impuesto federal sobre el licor, Washington movilizó a un ejército de 15.000 hombres para sofocar la Rebelión del Whisky. Con Alexander Hamilton al frente de la Secretaría de Hacienda, el gobierno federal se hizo cargo de las deudas de cada estado y creó una banca nacional. Estas medidas fiscales fueron concebidas para alentar la inversión y persuadir a la iniciativa privada a que apoyara al nuevo gobierno.

Estados Unidos (1789–1861)
Artículos principales: Historia de los Estados Unidos (1789-1849) y Evolución territorial de los Estados Unidos.
En 1797, a George Washington le sucedió otro federalista, John Adams, quien se vio envuelto en una guerra naval no declarada contra Francia. En una atmósfera de histeria bélica, el Congreso, controlado por los federalistas, aprobó en 1798 las Leyes sobre Extranjeros y Sedición. Estas medidas permitieron la deportación o arresto de extranjeros «peligrosos» y prescribieron multas o prisión por publicar ataques «falsos, escandalosos y maliciosos» contra el gobierno. Diez editores republicanos fueron condenados conforme a la Ley de Sedición, la cual fue duramente denunciada por el abogado virginiano y principal autor de la Declaración de Independencia Thomas Jefferson.
En 1803 la joven nación realiza la compra de Luisiana a Francia y poco tiempo después compra también Florida a España.
Guerra angloestadounidense de 1812
Artículo principal: Guerra anglo-estadounidense de 1812

Guerra de 1812.
En 1807, Gran Bretaña introdujo una serie de restricciones comerciales para impedir el comercio estadounidense con Francia, en respuesta al apoyo estadounidense a Napoleón Bonaparte, con quien Gran Bretaña estaba en guerra. Los Estados Unidos impugnaron estas restricciones como un bloqueo ilegal. El reclutamiento forzoso de ciudadanos estadounidenses en la Marina Real y el apoyo militar de Gran Bretaña a los indios americanos, quienes se oponían a la expansión de la frontera estadounidense en el noroeste, agravó aún más la tensión entre los dos países. Además, Estados Unidos trató de defender el honor nacional de cara a lo que consideró insultos británicos, particularmente el asunto de Chesapeake. Estados Unidos declaró la guerra a Gran Bretaña el 18 de junio de 1812.
Estados Unidos comenzó una invasión total de la colonia británica de Canadá, pero para sorpresa de ellos, el ejército estadounidense fue prácticamente aniquilado en el campo de batalla por las guarniciones locales británicas, siendo repelido de Canadá. Los Estados Unidos respondieron con una segunda ofensiva en el este de Canadá, pero esta invasión también fue derrotada. El gobernador británico de Canadá, George Provost, ordenó una contra-invasión de los Estados Unidos, y los británicos saquearon la ciudad de Detroit y todo el estado de Maine.
Gran Bretaña decidió responder con una estrategia de cinco puntas: Bloqueo de la costa atlántica de los Estados Unidos, invasión de la región de la bahía de Chesapeake, saqueo a Washington, saqueo al principal puerto caribeño de Nueva Orleans, y finalmente invasión del valle del río Misisipi; dicha estrategia se basaba en la enorme superioridad de la Armada británica. Los británicos bloquearon con éxito la costa atlántica e invadieron la región de la bahía de Chesapeake. El ejército estadounidense atacó a los británicos en la batalla de Bladensburg pero fueron derrotados, dejando así un camino de menor resistencia entre la bahía de Chesapeake y Washington. El 24 de agosto de 1814, el ejército británico entró en Washington. El presidente estadounidense, James Madison había ordenado que la ciudad fuese evacuada, por lo que una vez más, los británicos no encontraron resistencia armada. El general británico, George Cockburn, ordenó arrasar la ciudad. La Casa Blanca, el Capitolio de los Estados Unidos, la sede de la Armada, la Biblioteca del Congreso, y el Tesoro de los Estados Unidos fueron quemados.
La derrota y el retorno al colonialismo parecía inevitable para los estadounidenses, pero, de repente, la marea de la guerra comenzó a girar. Dos semanas después del saqueo de Washington, el ejército estadounidense rechazó al ejército británico en la batalla de North Point, obligándolo a retirarse hacia el océano atlántico. Los británicos lanzaron una segunda ofensiva en contra de la ciudad portuaria de Baltimore, pero los estadounidenses rechazaron la invasión con éxito.
El presidente estadounidense, James Madison hizo un llamamiento para la paz y el primer ministro británico, Robert Jenkinson estuvo de acuerdo. En diciembre de 1814, los funcionarios de los dos países se reunieron en Gante, Bélgica y acordaron firmar un tratado de paz que resultó en el reconocimiento del status quo ante bellum. Sin embargo la noticia del tratado de Gante no llegó a los Estados Unidos en varios meses y, mientras tanto, los británicos lanzaron su asalto final sobre las ciudades portuarias de Nueva Orleans y Mobile. El general estadounidense y futuro presidente, Andrew Jackson, llevó a los estadounidenses a la victoria en la batalla de Nueva Orleans, pero los británicos capturaron con éxito Mobile. Noticias del tratado de paz por fin llegaron a Estados Unidos el 23 de marzo de 1815 y los británicos retiraron todas las tropas de los Estados Unidos y terminaron el bloqueo naval.
Hoy en día, la guerra sigue siendo objeto de acalorado debate entre los estadounidenses, británicos y canadienses, con cada uno de los tres pueblos proclamando la victoria.


Abraham Lincoln.
Los primeros años de Estados Unidos independiente
Después de esta segunda guerra, Estados Unidos gozó de un período de rápida expansión económica, sobre todo a partir de la colonización y expansión hacia el Oeste. Ya a fines del siglo XVIII se había iniciado el avance imparable de los colonos, bien desde los trece estados originales (las antiguas trece colonias que están representadas en las trece barras de la bandera estadounidense) o directamente desde el continente europeo, por lo general, emigrantes anglosajones (irlandeses, escoceses, ingleses y galeses) y de otros países de la Europa Central y Occidental (principalmente alemanes). Muchos de estos inmigrantes viajaban desde Nueva York y Filadelfia hacia la parte oriental del estado de Pensilvania, donde se construían en el hoy conocido como Dutch Country las carretas de gran tamaño tiradas por mulas que se conocían como «Conestoga Wagons» ('carretas Conestoga').
Las inacabables caravanas de estas carretas fueron los verdaderos motores de la ocupación progresiva del continente hacia el oeste. Sin embargo, no se trató de la ocupación de áreas «pioneras» (es decir, áreas deshabitadas que podían destinarse a la ocupación sistemática con fines agropecuarios), ya que gran parte del territorio estaba previamente ocupado por pueblos originarios, colonos franceses procedentes del Canadá francés, así como todas las ciudades fundadas por los españoles antes en los territorios de Arizona, Texas, Colorado, Nuevo México, Utah, Nevada y California, ciudades que ya habían crecido, incluso, antes de la expedición de los peregrinos en 1620 que dio origen a la formación de las colonias inglesas en el siglo XVII. Así pues, ciudades como Detroit, Dubuque, Saint Louis, Nueva Orleans, Baton Rouge, Des Moines, Louisville y muchas otras, ya habían sido fundadas por los franceses bastantes años antes de esa especie de estampida hacia el oeste, y lo mismo podía decirse de las ciudades fundadas por los españoles que procedían de México, como Socorro, San Antonio, Albuquerque, Santa Fe, El Paso, San Diego, San Bernardino, Los Ángeles, San Francisco, etc. que se habían fundado durante los siglos XVI y XVII.
Toda esta expansión hacia el Lejano Oeste (Far West) se vio dinamizada por dos hechos muy importantes: el descubrimiento de oro en California (1848) y la culminación de la red ferroviaria con la primera línea transcontinental en 1869 (el primer ferrocarril de vapor se había inaugurado en Baltimore (Maryland), en 1830). Una red nacional de carreteras y canales recorría el país, buques de vapor surcaban los ríos, y la Revolución industrial había llegado a Estados Unidos: la región de Nueva Inglaterra contaba con fábricas de textiles y Pensilvania con fundiciones de hierro. Para la década de 1850 había fábricas que producían artículos de hule, máquinas de coser, zapatos, ropa, equipos agrícolas, pistolas, relojes, etc.
Guerra contra México
Artículo principal: Intervención estadounidense en México
Entre las décadas de 1820 y 1830, después de la proclamación de la Doctrina Monroe de expansión territorial hacia el Pacífico, miles de colonos estadounidenses se establecieron en las comunidades anglosajonas de Texas (entonces territorio mexicano). En aquel momento el gobierno mexicano se encontraba en una mala situación económica al término de una guerra de independencia con España que duró más de una década, y dio la bienvenida a los colonos. El gobierno mexicano obtuvo fondos vendiendo tierras a estos colonos que prefirieron mudarse a territorio mexicano en vez de pagar altos precios en Luisiana y otros estados del sur. Estos colonos esperaban, además, que Estados Unidos comprara Texas para proveer de más tierra a sus nuevos ciudadanos.

 Azul oscuro: Estados de EUA que fueron parte de México
Azul claro: Estados de EUA que sólo una pieza de ellos fue parte de México.
En 1820 un empresario de Misuri, Moses Austin, había negociado con España para que se le permitiera llevar 300 colonos a Texas. Stephen Austin, el hijo (conocido como el padre de la República de Texas) siguió estos planes con el nuevo gobierno mexicano, escogiendo colonos que fueran buenos trabajadores y que pudieran ser leales al gobierno mexicano. El gobierno mexicano, que había abolido la esclavitud, toleró que los colonos trajeran sus esclavos para trabajar las tierras y venderlos a otros colonos pero se listaban como «sirvientes contratados» (indentured servants en inglés). Problemas con el nuevo gobierno del presidente Antonio López de Santa Anna causaron que los colonos se levantaran en armas y lucharan, con el franco apoyo del «Norte», para obtener la independencia, ya que para entonces los colonos anglosajones eran más numerosos que los colonos mexicanos. Después de la guerra (1836), Texas se estableció como una república independiente, pero casi inmediatamente buscó su anexión a los Estados Unidos, que obtuvo algunos años después.2
En 1846 Estados Unidos incursiona en el norte de México en una zona texana en disputa, donde las tropas son atacadas y como consecuencia en 1847 Estados Unidos le declara la guerra a México, venciéndole. Por el Tratado de Guadalupe-Hidalgo (1848) adquiere además de la zona en disputa, los territorios mexicanos de Alta California y Nuevo México que hoy actualmente conforman los estados de Arizona, California, Nevada, Nuevo México, Utah, y partes de Oregón, Colorado y Wyoming.
La abolición de la esclavitud
Desde su nacimiento, Estados Unidos se convirtió en el más importante comprador de esclavos para satisfacer la demanda de mano de obra en las pesadas labores agrícolas. La esclavitud se extendió entre los estados sureños que practicaban principalmente la agricultura y a la postre se convirtieron en los estados secesionistas.
La Isla de Gorea, ubicada a unos cuantos kilómetros frente a la costa de Senegal, en el océano Atlántico, fue el lugar desde donde se organizó el tráfico de esclavos hacia Estados Unidos de América, que durante los siglos XVII, XVIII y hasta la abolición de la esclavitud, en el siglo XIX, desplazó a más de 20 millones de personas de África.
En 1858, cuando el senador Douglas buscó la reelección, fue desafiado por Abraham Lincoln y el Partido Republicano (un nuevo partido en contra de la esclavitud, y que nada tenía que ver con el Partido Republicano de Jefferson). En una serie de debates históricos con Douglas, Lincoln exigió un alto a la expansión de la esclavitud. Estaba dispuesto a tolerarla en los estados del sur, pero al mismo tiempo afirmó que «este gobierno no puede subsistir permanentemente siendo mitad esclavo y mitad libre».

La Guerra Civil en los Estados Unidos (1861–1865)
Artículos principales: Guerra Civil en los Estados Unidos e Historia de los Estados Unidos (1849-1865).
La mayoría en los estados sureños y fronterizos votaron contra Lincoln, pero el norte lo apoyó y ganó las elecciones. Unas semanas después, Carolina del Sur decidió mediante votación abandonar la Unión. Pronto se le unieron Misisipi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana, Texas, Virginia, Arkansas, Tennessee y Carolina del Norte. Estos estados proclamaron su independencia de la Unión con el nombre de Estados Confederados de América y así empezó la Guerra Civil. La Guerra Civil fue el episodio más traumático de la historia de los Estados Unidos.Las cicatrices no se han cerrado por completo hasta el día de hoy.

Historia de los Estados Unidos (1865–1918)
Artículo principal: Historia de los Estados Unidos (1865-1918)
Con excepción de la compra de Alaska a Rusia en 1867, la expansión territorial de Estados Unidos se había detenido en 1848. No obstante, alrededor de 1890, al tiempo que muchas naciones europeas expandían sus imperios coloniales, un nuevo espíritu animó la política exterior estadounidense, la cual en gran medida seguía las pautas de la Europa septentrional. Los políticos, los directores de periódicos y los misioneros protestantes declararon que la «raza anglosajona» tenía el deber de llevar los beneficios de la civilización occidental a los pueblos de Asia, África y América Latina. En el punto culminante de este período (1895), Cuba se sublevó contra el colonialismo de España. En 1898, como pretexto para empezar dicha guerra, los propios Estados Unidos siniestran uno de sus propios buques de guerra (el Maine) mientras estaba anclado en la bahía de la Habana, e hicieron creer que había sido una agresión del ejército de España; la lucha fue desigual ya que España no contaba con todo el potencial de armamento que si tenía Estados Unidos.Hundimiento del acorazado Maine (1898)
Después de la Guerra Hispano-Estadounidense de 1898, Estados Unidos de América se apoderó también de Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam. En el archipiélago asiático, sostuvo una terrible guerra, conocida como Guerra Filipino-Estadounidense, que asoló el archipiélago asiático.
En abril de 1917 el presidente Woodrow Wilson pidió al Congreso una declaración de guerra; de esta manera los Estados Unidos tomaron parte de la Primera Guerra Mundial. Para Wilson la guerra constituiría una gran cruzada en pro de la paz mundial y la autodeterminación nacional. «El mundo debe convertirse en un lugar seguro para la democracia», declaró Wilson cuando Estados Unidos entró en «la guerra que pondrá fin a todas las guerras».
Cuando se declaró la guerra, el ejército de los Estados Unidos era una pequeña fuerza de 200.000 soldados. Millones de hombres tuvieron que ser reclutados, adiestrados, equipados y enviados a Europa a través de un océano infestado de submarinos. Transcurrió un año hasta que el ejército de Estados Unidos estuvo listo para contribuir de manera significativa al esfuerzo bélico de los aliados.

Historia de los Estados Unidos (1918–1945)
Artículo principal: Historia de los Estados Unidos (1918-1945)
En 1919, Wilson viajó a Europa para redactar eI tratado de paz. Fue acogido por muchedumbres jubilosas en las capitales de los países aliados, pero la bienvenida se agrió cuando las negociaciones comenzaron en Versalles. Pese a las protestas de Wilson, los aliados impusieron sanciones aplastantes a Alemania y se repartieron sus colonias. Wilson logró establecer la Sociedad de Naciones, pero muchos estadounidenses temían que dicha organización mundial arrastrara a Estados Unidos a otra guerra extranjera. Un grupo de senadores republicanos impuso restricciones al Tratado de Versalles: aceptarían la Liga de Naciones sólo con el entendimiento de que el Congreso, no la Liga, retendría el control de las fuerzas armadas estadounidenses. Inglaterra y Francia no objetaron esa restricción, pero Wilson porfiadamente se negó a modificar el tratado. El Presidente y el Congreso no lograron superar su desacuerdo respecto a esta cuestión. Estados Unidos nunca ratificó el Tratado de Versalles ni pasó a formar parte de la Liga de Naciones.
La mayoría de los estadounidenses no lamentaron el fracaso del tratado, ya que se habían desilusionado con los resultados de la guerra. Después de 1920, Estados Unidos volvió la mirada hacia adentro y se retiró de los asuntos europeos.

El 24 de octubre de 1929, el denominado «Jueves Negro», una oleada de ventas de acciones provocada por el pánico originó un crack en la Bolsa de Valores de Nueva York. Una vez iniciado, el derrumbe en los precios de las acciones y de otros valores no pudo detenerse. Hacia 1932, miles de bancos y más de 100.000 sociedades mercantiles habían quebrado. La producción industrial se redujo a la mitad, el ingreso agrícola decayó en más del 50%, los salarios bajaron un 60%, la inversión nueva se redujo un 90%, y uno de cada cuatro trabajadores estaba desempleado.
En 1933 asume la presidencia, el demócrata Franklin D. Roosevelt, quien salvaría al país de la quiebra económica.
En septiembre de 1939 la Segunda Guerra Mundial estalló en Europa. Roosevelt anunció que Estados Unidos sería neutral, mas no indiferente.
En el Extremo Oriente las fuerzas japonesas habían invadido Manchuria (1931), China (1937) e Indochina francesa (julio de 1941). Roosevelt respondió a esta agresión prohibiendo las exportaciones de chatarra, acero y petróleo a Japón y congelando los créditos japoneses en Estados Unidos.
Para noviembre de 1941 los planificadores militares de Estados Unidos se preparaban para un asalto japonés, pero esperaban un ataque al sur, hacia las Indias Orientales Holandesas (actual Indonesia) ricas en petróleo. En vez de ello, bombarderos japoneses estacionados en seis portaaviones de una flota atacaron la base naval de Pearl Harbor en Hawái. El sorpresivo ataque hundió o averió ocho barcos de guerra y destruyó casi 200 aviones. Estados Unidos inmediatamente declaró la guerra a Japón. Cuatro días después Alemania e Italia, aliadas de Japón, declararon la guerra a Estados Unidos.
El hongo atómico tras la explosión nuclear sobre Nagasaki se elevó hasta una altitud de 18.000 metros.
El 8 de mayo de 1942 la amenaza japonesa contra Australia fue detenida en la batalla del Mar del Coral. En junio la principal flota japonesa, que navegaba rumbo a Hawái, fue rechazada en la batalla de Midway, con una pérdida de cuatro portaaviones. Los criptógrafos estadounidenses eran expertos en descifrar las claves japonesas, así que los aliados generalmente conocían la disposición de la marina de guerra japonesa.
A lo largo de los tres años siguientes las fuerzas de Estados Unidos avanzaron hacia Japón «saltando entre islas», es decir, tomando algunas islas estratégicas en el Pacífico y pasando por alto otras. Una fuerza aliada bajo el mando del general Joseph W. Stillwell ayudó a los chinos, y las tropas comandadas por el general Douglas MacArthur regresaron a las Filipinas en octubre de 1944. La isla de Iwo Jima, en el Pacífico central, cayó en manos de Estados Unidos en marzo, y Okinawa en junio de 1945. Desde estas dos islas los bombarderos B-29 lanzaron ataques devastadores contra las ciudades japonesas.
Las fuerzas estadounidenses se prepararon en seguida para invadir las islas japonesas. Con la esperanza de llevar la guerra a un rápido fin, el presidente Harry Truman ordenó usar la bomba atómica contra Hiroshima (6 de agosto) y Nagasaki (9 de agosto). Japón se rindió el 14 de agosto. Casi 200.000 civiles murieron en los ataques nucleares.

ESTADOS UNIDOS POLÍTICAMENTE

Estados Unidos es una república constitucional, presidencial y federal. Su gobierno tiene unos poderes limitados enumerados en la Constitución de los Estados Unidos. Su forma de gobierno es conocida como democracia presidencialista porque hay un presidente. La elección del presidente es indirecta a través de compromisarios o grandes electores.
Los poderes del presidente alcanzan no sólo la jefatura del Estado, sino también el poder ejecutivo y la capacidad de veto de algunas decisiones del poder legislativo. Hay tres niveles del gobierno: el nivel federal, el nivel estatal, y el nivel local o municipal. Los líderes de estas administraciones territoriales son elegidos por votantes por sufragio universal o designados por otros oficiales elegidos. Casi todos los oficios se deciden por una pluralidad de votos para un candidato. Los candidatos ganan las elecciones, no los partidos políticos, cuya influencia y organización es menor que en otros sistemas democráticos como los de Europa. Todos los estadounidenses tienen derecho al voto a partir de los 18 años. Existen límites en el derecho de voto para quienes están en prisión por cometer crímenes que lleven aparejada como pena accesoria la restricción del voto; en algunos estados la legislación penal y penitenciaria restringe el derecho de voto aún a pesar de haber cumplido la condena y los residentes de las dependencias y del distrito federal están representados sólo con un delegado al Congreso que no vota. Para ejercer el derecho a voto hay que inscribirse en un registro de votantes.
El país está integrado por 50 estados autónomos en su régimen interno. Los principales partidos políticos son el Partido Republicano y el Partido Demócrata, que dominan la escena política por lo que algunos consideran el sistema de este país como una democracia bipartidista. Otros partidos de menor importancia son el Partido Verde, el Partido de la Constitución y el Partido Libertario. Sin embargo prácticamente no tienen representatividad en virtud de que el partido Demócrata y el Republicano tienen más del 95% de la representación territorial.
La Constitución de Estados Unidos, del 17 de septiembre de 1787 con sus 7 artículos y sus 27 enmiendas posteriores, define que Estados Unidos es un país democrático, representativo y federal gobernado por un presidente electo para un período de 4 años.
El presidente tiene las atribuciones de jefe de estado y de gobierno, además de ser el comandante en jefe del Ejército. Es también el jefe del Poder ejecutivo que está investido en él y que ejerce por sí y con el vicepresidente y los miembros del Gabinete, los jefes de los departamentos ejecutivos, que son 15: Estado, Tesoro, Defensa, Justicia, Seguridad Nacional, Interior, Agricultura, Comercio, Trabajo, Salud y Servicios Sociales, Educación, Vivienda y Desarrollo Urbano, Transporte, Energía y Asuntos de los Veteranos.

Colegio Electoral
Capitolio de los Estados Unidos, símbolo del poder legislativo.
Casa Blanca, símbolo del poder ejecutivo.
Edificio de la Corte Suprema de Estados Unidos, símbolo del poder Judicial.
Véase también: Colegio electoral de Estados Unidos
Los estadounidenses acuden a las urnas el primer martes de noviembre cada cuatro años (coincidiendo con los años múltiplos de cuatro) para elegir un nuevo Presidente de los Estados Unidos. El partido ganador de la elección popular tiene derecho a mandar a los electores de su partido al Colegio Electoral que elegirá al Presidente. El número de los compromisarios varía según la población estatal.

¿Cómo Funciona?
Existen 535 votos electorales divididos entre los 50 estados y el Distrito de Columbia. Cada estado tiene un elector por cada uno de sus miembros en el Congreso: uno por cada legislador de la Cámara de Representantes (determinado por la población estatal) y uno por cada senador (cada estado tiene dos). Un candidato necesita la mitad más uno de los votos electorales, es decir 270, para llegar a la presidencia.
La mayoría de los estados conceden todos sus votos electorales al candidato que ha ganado la votación popular en el estado. Los electores luego emiten dos votos cada uno: uno para presidente y el otro para vicepresidente. Estos sufragios son enviados al Congreso donde son certificados.

¿Qué sucede si hay un empate?
Si dos candidatos presidenciales reciben la misma cantidad de votos electorales, la Cámara de Representantes decidirá quién se convierte en presidente y el Senado hará lo propio con el vicepresidente. Esto, si ninguna de las votaciones estatales es impugnada. En los comicios de 2000 varias votaciones estatales fueron impugnadas.
Una característica de la política estadounidense es que las empresas privadas participan en los procesos electorales mediante donaciones económicas[cita requerida]. Estas donaciones sirven para ayudar a los candidatos que las empresas creen más favorables para sus negocios.
¿En cuantas oportunidades un presidente ganó la votación electoral (y la presidencia) sin triunfar en los sufragios populares?[editar]
Tres veces, la más reciente en 2000, cuando la cerrada elección del estado de la Florida forzó un recuento de votos y la intervención de la Corte Suprema que falló a favor del candidato del Partido Republicano George W. Bush. Bush obtuvo 271 votos electorales, a pesar de que el candidato del Partido Demócrata y ex vicepresidente en el gobierno de Bill Clinton, Al Gore ganó la votación popular.
Bush logró 50.455.156 sufragios, equivalentes al 47%, y Gore 50.992.335, o 48%. Las otras oportunidades fueron las elecciones de 1876 y 1888.
La labor de los compromisarios consiste en validar la elección popular presidencial. El Presidente de los Estados Unidos se elige en una asamblea formada por 538 electores. Esta cifra es igual a la suma de:
538 = 100 Senadores + 435 Representantes + 3 Delegados de Washington D.C. que no tiene senadores pero si Delegados.
En estas papeletas, cada candidato a presidente lleva adjunto el nombre de su Vicepresidente y el partido al que pertenece. En cada estado gana el candidato que más votos tiene. Pero estos votos no eligen de momento al Presidente, sino que eligen el bloque a los compromisarios de esta opción política que irán después al colegio electoral. Como hay 538 compromisarios en total, un candidato necesita al menos 270 para ser elegido. Lo que se traduce a 269 (la mitad de 538) + 1 = 270 escaños para ser nombrado Presidente de los Estados Unidos.

Algunas de las funciones del presidente
El presidente tiene el poder nombrar a los miembros del Gabinete, que serán aprobados por el Senado, así como proponer los cargos para jueces de la Corte Suprema, que deberán ser aprobados por el Senado. Tiene también la facultad de vetar las leyes que se hayan aprobado en el Congreso.

Por otro lado está el poder legislativo, que está investido en el Congreso de los Estados Unidos, el cual se compone del Senado y la Cámara de Representantes.

La Cámara de Representantes
La Cámara de Representantes está formada por miembros elegidos cada dos años. Esta elección funciona también por el sistema de mayorías y en cada circunscripción electoral el candidato que obtenga más votos será el único elegido. El número de Representantes que tiene cada estado está en función del número de habitantes que tenga.
La Cámara de Representantes elige a su Presidente, que ejercería la Presidencia de los Estados Unidos en caso de que el Presidente y el Vicepresidente de los Estados Unidos estuviesen imposibilitados. La Cámara elige también a sus demás funcionarios y tiene la facultad de formular acusaciones constitucionales contra cualquiera de los funcionarios civiles de la Unión.

El Senado
El Senado de los Estados Unidos se compone de dos Senadores por cada Estado, lo que arroja en la actualidad un total de cien Senadores. El Presidente de los Estados Unidos necesita el consejo y el consentimiento del Senado, por mayoría de dos tercios de los Senadores presentes, para poder concluir acuerdos y tratados internacionales y para designar a las personas que proponga para cargos como los Departamentos Ejecutivos, las Embajadas y Consulados y los Tribunales de Justicia. Los senadores son elegidos para un mandato de seis años, renovándose un tercio de la Cámara cada dos años.
Para ser Senador de los Estados Unidos de América se deben cumplir una serie de requisitos: ser mayor de 30 años, residir en el estado que representan y ser ciudadano de los Estados Unidos al menos durante los 9 años previos a su elección como senador.
El presidente del Senado es el Vicepresidente de los Estados Unidos. En caso de ausencia o destitución, el Senado elige un presidente pro tempore. Por lo general el Vicepresidente no preside el Senado, por lo que el Presidente Pro Tempore del Senado se convierte en el Presidente de facto del Senado de los Estados Unidos. ......

Partidos políticos
Los principales partidos políticos son el Partido Republicano y el Partido Demócrata.
Los terceros partidos con escasa representación y limitada a algún territorio particular son el Partido Verde, el Partido Libertario y el Partido de la Constitución.
Existen muchos otros partidos menores, como el Partido Paz y Libertad, el Partido Socialista de los Trabajadores, el Partido de la Opción Personal, el Partido Write-Ins, el Partido Socialista, el Partido Comunista, el Partido de la Prohibición, el Partido Comunista Revolucionario y el Partido Centrista.

Debate sobre la actualidad del sistema de elección
Debido a la particularidad del sistema electoral de Estados Unidos existen opiniones divergentes sobre la representatividad del sistema, la actualidad y pertinencia de su aplicación.«¿Ha excedido su vida útil el Colegio Electoral?». Consultado el 6 de noviembre de 2008.
Sistema Constitucional
De acuerdo con la Constitución, el gobierno federal está dividido en tres poderes, cada uno elegido de manera distinta, cada uno capaz de supervisar y regular a los otros.

El poder ejecutivo está encabezado por el Presidente quien, junto con el Vicepresidente, es elegido en elecciones nacionales cada cuatro años (en años divisibles por cuatro). El proceso de elección de un presidente de Estados Unidos es único. Los estadounidenses votan por planillas de electores presidenciales que igualan en número a los senadores y representantes que los Estados tienen en el Congreso (un total de 535 personas). En cada estado, el candidato con mayor número de votos gana todos los votos electorales de ese estado, con la excepción de Nebraska y Maine, en donde se reparten de manera proporcional al número de votos recibidos. El candidato presidencial necesita 270 votos electorales para ser elegido: si ningún candidato obtiene mayoría, la Cámara de Representantes toma la decisión. (En todas las otras elecciones locales y estatales, los electores votan directamente por el candidato o el referéndum presentado en la boleta electoral de que se trate). Cualquier ciudadano por nacimiento, de 35 años o más, puede ser elegido para este cargo. El presidente propone proyectos de ley al Congreso, hace cumplir las leyes federales, es comandante en jefe de las fuerzas armadas, y con la aprobación del Senado, formula tratados y designa a los jueces federales, los embajadores y otros miembros de las secretarías del ejecutivo (los ministerios de Estado, Defensa, Comercio, Justicia, etc.). Cada titular de una secretaría recibe el nombre de secretario y todos ellos forman un consejo llamado gabinete.
El vicepresidente, elegido del mismo partido político del presidente, actúa como presidente del Senado y en el caso de muerte o de incapacidad del presidente asume la presidencia hasta terminar el período.
El poder legislativo se compone de dos cámaras: el Senado y la Cámara de Representantes. Los 435 escaños de la Cámara de Representantes se distribuyen porcentualmente por la cantidad de la población, aunque todos los estados tienen por lo menos un representante. Cada estado elige dos miembros de los 100 que integran el Senado: el período de gestión de un senador es de seis años.

Congreso de Estados Unidos
Ambas cámaras deben aprobar un proyecto de ley para que éste se convierta en ley, pero el presidente puede vetarlo o negarse a firmarlo. En ese caso, el Congreso reconsidera el proyecto de ley. Si dos terceras partes de los miembros de ambas cámaras lo aprueban, el proyecto de ley se convierte en ley, aun sin la firma del presidente.
El poder judicial está compuesto por los tribunales federales de distrito (al menos uno en cada estado), 11 tribunales federales de apelación, y la Corte Suprema. Los jueces federales son nombrados por el presidente con la aprobación del Senado; para minimizar las influencias políticas, los nombramientos son de por vida. Los tribunales federales deciden casos relacionados con la ley federal, conflictos entre estados o entre ciudadanos de distintos estados. Un estadounidense que sienta que ha sido sentenciado bajo una ley contraria a la Constitución, puede apelar y llevar su caso hasta la Corte Suprema, la cual puede decidir que la ley es inconstitucional. En ese caso la ley queda anulada.
Para enmendar la Constitución, la enmienda propuesta debe ser aprobada en el Congreso por una mayoría de dos terceras partes de cada cámara, y a la votación deben asistir al menos tres cuartas partes de los estados. En más de 195 años, la Constitución ha sido enmendada en 27 ocasiones. Las primeras 10 enmiendas (la Declaración de Derechos) garantizan las libertades individuales: de religión, de reunión, de expresión, el derecho a un juicio justo, el respeto a la vivienda de cada uno. Las enmiendas posteriores narran la lucha de Estados Unidos por la igualdad la justicia para todo su pueblo. Estas enmiendas han abolido la esclavitud, prohíben cualquier negación de derechos debido a la raza, otorgan el voto a la mujer y los ciudadanos del Distrito de Columbia, y permiten a los ciudadanos votar a los 18 años.


ECONOMIA DE ESTADOS UNIDOS

La economía de los Estados Unidos de América es la economía nacional más grande del mundo. Su PIB nominal, estimado en más de 15 billones de dólares en 20122 (15 trillons en el sistema de medición anglosajón) representa aproximadamente una cuarta parte del PIB nominal mundial.2 En conjunto, la Unión Europea tendría un PIB mayor, pero no está considerada una única nación. El PIB en paridad de poder adquisitivo estadounidense representa una quinta parte del PIB PPA mundial.2 A su vez, Estados Unidos mantiene un alto nivel de producción y un PIB per cápita (PPP) de unos 48.147 dólares, el séptimo más alto del mundo, lo que hace en estos términos a Estados Unidos, una de las naciones más ricas del mundo.1 Es también el mayor productor industrial del mundo,y el país comercial más grande del mundo, teniendo como principales socios comerciales a China, Canadá y México.
La economía de los Estados Unidos es una economía capitalista de tipo mixto10 11 que ha logrado mantener una tasa de crecimiento global del PIB estable, un desempleo moderado y altos niveles en investigación e inversión de capital. Ha sido, sin contar los imperios coloniales, la economía nacional más grande del mundo desde la década de 1890.12
Actualmente, la mayor parte de la economía se basa en el sector servicios, pero al contrario que la mayoría de países post-industriales, sigue manteniendo un importante y competitivo sector industrial, especializado en la alta tecnología y sectores punteros, representando un 20 % de la producción manufacturera mundial.13 De las 500 empresas más grandes del mundo, 133 tienen su sede en Estados Unidos, el doble del total de cualquier otro país en el mundo.14
Su poderosa moneda, el dólar estadounidense, representa el 60 % de las reservas mundiales, mientras que el euro representa el 24 %. Posee el mayor mercado financiero y es un país que destaca por su influencia en cualquier decisión de tipo económico y político a nivel internacional. Las inversiones extranjeras se valoraron en 2011 en 2,4 billones de dólares, ostentando el primer lugar.15 Las inversiones estadounidenses en países extranjeros totalizan 3,3 billones de dólares.16 Al comienzo de 2012, su deuda pública y privada ascendían a 50,2 billones de dólares, más del triple de su PIB.17 De estos 50,2 billones, casi 15 billones (más del 90 % del PIB) correspondía a la deuda pública.18 19 Desde el 2010, la UE es su principal socio comercial en conjunto, por delante de Canadá, China y México, sus principales socios comerciales a nivel nacional.
El mercado de trabajo en los Estados Unidos ha atraído a inmigrantes de todo el mundo y su tasa neta de migración se encuentra entre las más altas del mundo. Está considerado como el país con más facilidades para hacer negocio20 y está situado en 4º lugar en el Índice de Competitividad Global.21

Sector primario
La gran diversidad de climas y suelos permite una agricultura con toda gama de productos propios de regiones templadas y subtropicales, dotadas de las más modernas técnicas agropecuarias, lo que convierte a Estados Unidos en uno de los mayores productores mundiales de una gran variedad de productos agropecuarios. La mayor parte de la superficie agrícola se destina al cultivo de los cereales (77,83 millones de hectáreas), entre los cuales se destacan el trigo (23,35 millones de ha, 12.5 % de la producción mundial) y el maíz (27,86 millones de ha y 40 % de la producción mundial). En ambos casos, Estados Unidos es el primer productor y exportador mundial.
Representación gráfica de los productos de exportación del país en 28 categorías codificadas por color.
Entre los cultivos industriales resalta el algodón (16 % de la producción mundial de semilla y 18,5 % de fibras, con 5,19 millones de ha y cuya producción está encabezada por los estados de Texas, California, Mississippi y Arizona); la soja (23,45 millones de ha y primer productor mundial), maní, tabaco, caña de azúcar y remolacha azucarera. En la producción de frutas y hortalizas, Estados Unidos ocupa los primeros lugares en casi todos los productos, entre los que destacan manzanas, melocotones, cítricos (naranjas, pomelos y limones), uvas, tomates, papas y cebollas. California y Florida son los primeros estados hortofrutícolas.
Igualmente, la ganadería de Estados Unidos es la primera del mundo si no por el número de cabezas, sí por el elevado rendimiento obtenido en productos alimentarios y por la equilibrada integración existente entre la agricultura y la ganadería. Las principales cabañas son la vacuna, porcina y bovina. Estados Unidos es el primer productor mundial de carne, leche, mantequillas y huevos. La superficie forestal ocupa un tercio del territorio y se localiza en mayor extensión en los Apalaches, las Montañas Rocosas y la Sierra Nevada. Las especies arbóreas más abundantes son los pinos y los abetos.
La pesca tiene una importancia relativa para la economía estadounidense (6 % de las capturas mundiales) y las especies más destacadas en este rubro son salmón, atún, fletan, arenque y bonito. Estados Unidos ocupa el primer lugar en la producción de cobre, carbón, uranio, molibdeno, fosfatos, magnesio, plata, oro, platino, aluminio y lugares destacados en la producción de otros (hierro, plomo, zinc, mercurio, wolframio, amianto, cadmio, entre otros). A pesar de extraer el 25 % de los minerales en el mundo, es importador neto de muchos otros tales como bauxita, estaño, manganeso, cobalto, cromo, níquel, titanio y vanadio.

Riqueza del subsuelo
Su mayor riqueza se centra en el subsuelo: Estados Unidos posee un tercio de las reservas mundiales de carbón (más de 240 000 millones de tm), produciendo el 22 % del carbón consumido a nivel mundial. Las principales cuencas están en los Grandes Lagos, vertiente occidental de los Apalaches (desde Pensilvania hasta Alabama), sector oriental de las Rocosas y en las llanuras centrales. El petróleo es abundante: los estados petroleros por excelencia son Texas (30 % de la producción nacional), Luisiana (15 %), Alaska (20 %) y California (13 %). La capacidad de refinamiento es de 15 000 millones de barriles diarios y sus reservas están calculadas en 22 300 millones de barriles (130 más grandes del mundo). Junto a las zonas petroleras hay ricos yacimientos de gas natural, principalmente en Texas y Luisiana. El uranio, del cual es el quinto productor mundial, sirve para abastecer a las 105 centrales nucleares del país, que, junto a las centrales térmicas e instalaciones hidroeléctricas, producen más de 3860 millones de kWh (27 % de la energía total producida en todo el planeta).[cita requerida]

Una potente industria
La industria aporta el 22.5 % del PIB. Se distinguen tres grandes regiones industriales con características diferenciadas.
En el Noreste se encuentra la más potente y dinámica del mundo, que se extiende desde el Lago Erie hasta el océano Atlántico y donde se encuentra la mayor parte de la industria pesada del país. La región de Pittsburg es el núcleo principal de la siderurgia, con una producción y consumo de aluminio que tiende a sustituir al acero. En la región de sureste se encuentra la segunda gran región industrial, donde existe una considerable dispersión de los centros de fabricación. Las explotaciones mineras (hulla en los Apalaches meridionales y hierro en Alabama) y la industria ligera se han visto acompañadas en los últimos años por importantes instalaciones petroquímicas y metalúrgicas (Texas), así como por el desarrollo de numerosas empresas de material electrónico, impulsadas a raíz de las estaciones aeroespaciales como las de Houston y cabo Cañaveral en Florida.
La región industrial del oeste ha experimentado un impulso económico en los últimos 50 años hasta convertirse en uno de los polos de desarrollo de la economía nacional y mundial. Especial importancia tiene la aeronáutica (fabricas Boeing) y la fabricación de misiles, así como numerosas empresas de material electrónico e informático (Facebook, Google, Android, Microsoft, HP entre otras). La importancia de la industria estadounidense puede apreciarse por el lugar que ocupan sus empresas, entre las más importantes del mundo. De las 12 primeras, 5 son estadounidenses. El grupo más destacado es el de la industria informática y del refinado del petróleo (Exxon Mobil, Texaco, Chevron), seguido de las empresas automovilísticas (General Motors, Ford Motor Company).

CULTURA DE ESTADOS UNIDOS

El desarrollo de la cultura de los Estados Unidos de América — cine, música, baile, arquitectura, literatura, gastronomía y artes visuales — ha sido marcada por muchos fuentes diversas.
La cultura popular estadounidense se ha expresado a través de todos los medios, incluyendo las películas, la televisión, la música, el cómic y los deportes. Lo que el viento se llevó y Star Wars, Mickey Mouse y Marilyn Monroe, Plaza Sésamo y Los Simpson, Elvis Presley, Michael Jackson, y Madonna, el jazz, el blues, y el hip hop, Popeye, Snoopy y Superman, el béisbol, el fútbol americano y el básquetbol, y G.I. Joe, hamburguesa y Coca Cola, etc —estos nombres, géneros y frases se relacionan con productos estadounidenses que han sido expandidos en todo el mundo.
Es importante notar que Estados Unidos tiende a ser exportador de cultura, y además absorbe otras tradiciones culturales con relativa facilidad, tales como el origami, el fútbol, el anime, la pizza y el yoga. Esto marca un contraste muy grande con los primeros días de los Estados Unidos. Las ciudades del país ofrecen música clásica y popular, centros de investigación histórica y científica, museos, musicales y obras teatrales, además de proyectos artísticos y obras arquitectónicas de nivel internacional. Este desarrollo es el resultado de las contribuciones de filántropos particulares, como del gobierno.
Literatura
Artículo principal: Literatura de Estados Unidos
En el siglo XVIII y principios del XIX, el arte y la literatura estadounidenses tomaron la mayor parte de su inspiración de Europa. Escritores tales como Nathaniel Hawthorne, Edgar Allan Poe, y Henry David Thoreau establecieron una reputación distintiva a mediados del siglo XIX. Mark Twain y el poeta Walt Whitman fueron las principales figuras de la segunda mitad del siglo; Emily Dickinson, prácticamente desconocida durante su vida, sería reconocida como una de las poetisas más importantes del país. Cinco ciudadanos estadounidenses han ganado el Premio Nobel de Literatura, siendo el más reciente Toni Morrison en 1993. Ernest Hemingway, el ganador del Nobel de 1954, ha sido nombrado como uno de los escritores más influyentes del siglo XX.1 Las obras que han capturado aspectos fundamentales de la cultura nacional (basándose en sus protagonistas) son Moby-Dick de Herman Melville (1851), Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain (1885), y el libro de F. Scott Fitzgerald El gran Gatsby (1925), principales exponentes de la "Gran Novela Estadounidense". Los géneros literarios populares, tales como la literatura western y las novelas de misterio han tenido un gran desarrollo en Estados Unidos. Por su parte y particularmente en los últimos años debemos considerar la literatura en español de Estados Unidos como una expresión del creciente fenómeno cultural de la población hispana y del idioma español en este país.

Poesía
La poesía de Estados Unidos afloró naturalmente durante sus comienzos como trece colonias (aunque antes de esto existía una fuerte tradición oral, a menudo calificadas como poesía, entre las sociedades de los americanos nativos).2 brandon mayor parte de las primeras obras de los colonos eran similares a los modelos ingleses en lo que respecta a métrica, dicción y temática. Sin embargo, en el siglo XIX, comenzó a emerger un modismo estadounidense distintivo. A finales del siglo, cuando Walt Whitman empezaba a ser aclamado por las audiencias, los poetas de Estados Unidos habían comenzado a tomar su lugar en el avant-garde del idioma inglés.

Esta posición se mantuvo durante el siglo XX, siendo Ezra Pound y T. S. Eliot tal vez los poetas en idioma inglés más influyentes del período durante la Primera Guerra Mundial.3 En la década de 1960, los jóvenes poetas del British Poetry Revival vieron a sus contemporáneos estadounidenses y a sus predecesores como modelos para la poesía que deseaban escribir. Hacia el final del milenio, la consideración de la poesía estadounidense se ha diversificado, y los historiadores pusieron un énfasis mayor en la poesía femenina, la hispánica, la afroamericana y otros grupos culturales.

Artes visuales
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A finales del siglo XVIII y principios del XIX, los artistas estadounidenses han pintado principalmente paisajes y retratos en un estilo realista. Un desarrollo paralelo que va tomando forma en las partes rurales del país son las artesanías, las cuales comenzaron como una reacción a la Revolución industrial. Las primeras muestras de arte moderno de Europa llegaron a Estados Unidos y fueron exhibidas en la ciudad de Nueva York en 1913. Luego de la Segunda Guerra Mundial, Nueva York reemplazó a París como el centro del mundo artístico. La pintura en los Estados Unidos cubre, hoy en día, una amplia gama de estilos.

Arquitectura
Artículo principal: Arquitectura de Estados Unidos
Estados Unidos tiene una historia de arquitectura que incluye una amplia variedad de estilos.
Estados Unidos es un país relativamente joven, y los nativos americanos no crearon edificios que puedan compararse con el tamaño de los tallados en México y en Perú. Por esta razón, la temática primordial de la arquitectura estadounidense es la modernidad: los rascacielos del siglo XX son el principal símbolo de esta modernidad.
La arquitectura en el país varía según las regiones y ha sido moldeada a partir de varios países, además de Inglaterra. Por lo tanto, puede decirse que es ecléctica.

Escultura
La historia de la escultura en los Estados Unidos refleja la fundación del país en el siglo XVIII, mezclando los valores civiles de la República de Roma y el Cristianismo Protestante. Cabe destacar entre sus esculturas más famosas la Estatua de la Libertad, regalo de Francia, convertido en el gran emblema de los Estados Unidos.

Historieta
Artículo principal: Historieta en Estados Unidos
El cómic estadounidense constituye una de las tres grandes tradiciones historietísticas a nivel global, junto con el franco-belga y el japonés. Siendo la primera en generar una verdadera industria y en adoptar de forma consistente el globo de diálogo, lideró la producción mundial durante toda la primera mitad del siglo XX, con tiras de prensa como Flash Gordon, Krazy Kat, Li'l Abner, Little Nemo in Slumberland, El Príncipe Valiente, Popeye o Terry y los piratas y la invención del comic-book.
La venta de historietas comenzó a caer luego de la Segunda Guerra Mundial, cuando el medio sufrió los efectos de la autocensura encarnada en el Comics Code y la competencia de la televisión y los libros de bolsillo de impresión masiva. Durante la década de 1960, aumentó el número de lectores de comic-book, incluyendo estudiantes universitarios que gustaban de los nuevos "superhéroes con problemas" creados por Stan Lee en Marvel Comics y del comic underground de autores como Robert Crumb.
A finales de la década de los 70, se desarrolla el mercado de venta directa, que permite que Peter Bagge o Chris Ware presenten una alternativa a los géneros y formatos predominantes.
Bailes
Existe una gran variedad de bailes en los Estados Unidos, ya que es la cuna del Lindy Hop y su derivado, el Rock and Roll. También se caracteriza por el square dance (asociado con Estados Unidos debido a su desarrollo histórico en dicho país) y es uno de los principales centros mundiales de baile moderno. Existe una variedad de bailes de salón y de conciertos que han derivado de los nativos americanos(brandon osinaga).[cita requerida]

Televisión
La televisión es uno de los medios más masivos de los Estados Unidos. Un 99% de la población posee como mínimo un televisor en su hogar, y la mayoría tiene más de uno.[cita requerida] La televisión en Estados Unidos surgió aproximadamente hacia los años 1930 y fue y es uno de los máximos exponentes de la televisión mundial. Es importante mencionar que la mayor parte de la programación televisiva global importa sus productos desde esta fuente, por lo que se considera a los Estados Unidos la potencia número uno del discurso televisivo.

Teatro
El teatro en Estados Unidos está basado en la tradición del lejano oeste, tomada de las actuaciones de Europa, especialmente de Inglaterra. Hoy en día está relacionado con la literatura, las películas, la televisión y la música estadounidense, y es muy común que una misma historia sea representada en todas las formas antedichas. Las regiones con una amplia gama musical han desarrollado también academias de teatro y comedia. El teatro musical es posiblemente su forma más popular; la calle Broadway en la ciudad de Nueva York es considerada, por lo general, el centro del teatro comercial estadounidense, a través de sus formas artísticas imitadas a lo largo del país. Otra ciudad particular es Chicago, la cual posee la escena teatral más diversa y dinámica de Estados Unidos. El teatro regional en el país son compañías teatrales profesionales fuera de la ciudad de Nueva York que producen sus propias temporadas. También existe el teatro comunitario y el de vitrina. Incluso las comunidades rurales en ocasiones sorprenden a las audiencias con producciones extravagantes.

Gastronomía
Artículo principal: Gastronomía de Estados Unidos
Cocina criolla de Louisiana, una de las más populares del país.
La gastronomía predominante en Estados Unidos es similar a la de otros países occidentales. El trigo es el principal grano de cereal. La cocina estadounidense tradicional utiliza ingredientes tales como el pavo, el venado, el ciervo, las papas, las batatas, el maíz y el jarabe de maple, alimentos consumidos por los nativos americanos y por los primeros habitantes de Europa. La carne de cerdo y las barbacoas, las papas fritas y las galletitas con chispas de chocolate son marcas características de la comida estadounidense. La comida denominada soul food, creada por los esclavos provenientes de África, es popular entre los estadounidenses sureños y entre la mayor parte de los afroamericanos. La cocina Sincrética, tales como la cocina de Louisiana, cajún, y la Tex-Mex, son las más importantes en la región. Los platos estadounidenses más representativos, como el pastel de manzana, el pollo frito, las hamburguesas (véase: Historia de la hamburguesa) y los hot dogs derivan de recetas de varios inmigrantes. Además, las papas fritas, los platos mexicanos tales como los tacos, y las pastas italianas han sido incorporadas al mercado.4 Los estadounidenses suelen beber café o té, y más de la mitad de la población adulta bebe al menos una taza al día.5 El mercado de las industrias estadounidenses es el que ha provocado que el jugo de naranja y la leche sean las bebidas que se consumen en el desayuno.6 Durante las décadas de 1980 y 1990, el promedio de calorías consumidas al día por los estadounidenses se incrementó en un 24%;4 esto se debe a la creación de locales de comidas rápidas, desatando también la llamada "epidemia de obesidad". Las bebidas sin alcohol también son muy populares; las azucaradas proveen un 9% de las calorías que se consumen al día.7

Moda
Joven con jeans, popularizados en la segunda mitad del siglo XX. Su uso ha trascendido las fronteras convirtiéndose en un elemento de atuendo en todo el mundo.
Además del negocio y las distintas empresas textiles, la moda en los Estados Unidos es ecléctica y predominantemente informal. Los jeans se popularizaron como prendas de trabajo en la década de 1850 por el comerciante Levi Strauss, un inmigrante alemán de San Francisco, y fueron adoptado por varios adolescentes estadounidenses un siglo más tarde. Actualmente son una prenda utilizada en todos los continentes por individuos de todas las edades y todas las clases sociales. Junto con la moda informal en general, los jeans son la principal contribución de la cultura estadounidense a la moda mundial.8 El país también es el hogar de los creadores de varias empresas textiles, tales como Ralph Lauren y Calvin Klein. Empresas tales como Abercrombie & Fitch, American Eagle, Hollister, Nike, Converse, Vans y Eckō son consideradas los nichos del mercado.

Deporte
Artículo principal: Deporte en los Estados Unidos
El béisbol es uno de los deportes favoritos en Estados Unidos.
El fútbol americano, basquetbol, béisbol y hockey son muy populares en los Estados Unidos. Ver el deporte por televisión es muy común también. En la mayoría de las escuelas secundarias hay equipos de fútbol americano, basquetbol, natación, atletismo, béisbol, fútbol y tenis. A muchos norteamericanos les gusta el deporte, y el Súper Tazón es uno de los acontecimientos más vistos en la televisión.



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